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Productores aseguran que las perdidas ascienden a más de 131 millones de balboas durante el periodo de la protesta

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Productores de maíz y arroz solicitaron que se abran las vías, que no se congelen los precios de los productos de la canasta básica y que se les tome en cuenta en las mesas del diálogo nacional, en una reunión que sostuvieron con el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama en la provincia de Los Santos.

El ministro Valderrama, acompañado de su equipo de trabajo, se trasladó hasta la sede central del MIDA, en Las Tablas, para atender las necesidades de estos productores, que están teniendo problemas para comercializar sus productos, debido a los cierres de vías en los distintos puntos del país.

Max Espinosa, en representación de productores de arroz, le pidió al jefe de la cartera agropecuario que los apoyara para que fueran incluidos en las mesas de diálogo, con los distintos gremios que mantienen conversaciones con el Gobierno Nacional, que lidera el presidente Laurentino Cortizo Cohen. Agregó, que no está de acuerdo con el control de precios y que si no se logran acuerdos se perderán sus cosechas.

En la reunión también estuvo presente, Dioris Moreno, de la Cooperativa Naciente la Buena Fe Familiar, que reiteró el apoyo de los productores e hizo un llamado para que se abrieran las calles, ya que necesitan que los productos se puedan comercializar.

El jefe de la cartera agropecuaria dijo que hará llegar al presidente Cortizo Cohen las solicitudes de los productores nacionales para que se abran las vías y que se sientan representados en las mesas de diálogo.

Por otro lado, un grupo de gremios de productores y agroindustriales del país, hicieron un llamado a que se suspendan los tranques de las avenidas y los cierres de las calles, con el objetivo que la producción de alimentos frescos, los insumos y las materias primas lleguen a los puntos de destino, así como para que los carros de reparto puedan hacer llegar los alimentos y el gas a los hogares de los panameños.

Solicitaron además que el congelamiento de los precios de los alimentos nacionales se saque de la discusión, ya que atenta directamente con la fuente de ingresos del 32% del total de la población que vive en las áreas rurales del país.

En un comunicado suscrito por gremios como ANAGAN, ANAVIP, ANAPOR, ANAPROLE, ANALMO, APROCELPA, entre otros agregan que han observado con gran preocupación y manifestado públicamente su opinión respecto a los movimientos y acciones que las organizaciones gremiales de educadores, pueblos originarios y sindicatos emprendieron con reclamaciones.

Añade que esto es el resultado de graves problemas sociales y políticos de carácter local e internacionales que dificulta el desarrollo humano (consecuencia de la pandemia y la Guerra en Europa).

Los gremios resaltan que resulta paradójico, incomprensible e inaceptable que, sin ninguna culpa los sectores del agro y de la agroindustria, han sido afectados por el régimen de control de precio durante 12 años y que a pesar de ello constituye la mayor fuente de trabajo y sustento para miles de panameños a lo largo de toda la República.

Explica el comunicado que el domingo 17 de julio de 2022, anuncian que el combustible se congela en B/. 3.25 y que establecieron la metodología para continuar trabajando en los temas de mayor complejidad y que sin embargo, el lunes 18 se amaneció con las protestas y cierres de calles y avenidas, dejando entrever objetivos políticos e ideológicos que en nada contribuyen, en medio de la inestabilidad económica y social que vive el mundo, a que la Nación se encamine hacia mejores días.

Señalan también que esta situación resulta insoportable para los productores de alimentos, ya que está causando graves y cuantiosas pérdidas y afectaciones a la producción y a los productores nacionales cuantificadas en 131 millones de balboas durante el periodo de la protesta.

Destacan que respaldan las ideas de establecer un gran diálogo nacional en el que se discutan y se adopten acuerdos que signifiquen iniciativas para la generación de empleos, mejoras en la calidad de la educación, de los servicios de salud, acceso a los medicamentos y apoyo a la producción de alimentos.