La viruela del mono, una enfermedad infecciosa causada por el virus de la viruela del mono, sigue siendo motivo de preocupación a nivel mundial, aunque difiere significativamente del COVID-19. Esta enfermedad suele provocar erupciones cutáneas o lesiones, acompañadas de síntomas como fiebre y dolores musculares.
En 2022, el virus fue declarado emergencia sanitaria mundial, pero los expertos destacan que su impacto es muy diferente al del COVID-19. El Dr. Marc-Alain Widdowson, jefe de la OMS en Europa para patógenos de alta amenaza, explicó a ‘Euronews Health’ que la gente no debería alarmarse por una situación similar a la del COVID debido al mpox. A diferencia del COVID-19, que es un virus respiratorio de fácil propagación, el mpox es “bastante difícil de contraer” y requiere contacto prolongado o intenso, como relaciones sexuales, que han sido el modo de transmisión predominante en Europa.
Aunque la variante menos grave del mpox, conocida como clado II, sigue propagándose en Europa con unos 100 nuevos casos mensuales, la preocupación se centra ahora en la evolución del virus. La nueva cepa, clado 1b, históricamente más grave, se está extendiendo a varios países africanos donde antes no se registraban casos.
Según los expertos, esta variante podría ser más transmisible, aunque se necesita más investigación. Widdowson advirtió sobre la necesidad de evitar la introducción de la variante I en Europa, subrayando que, aunque se ha logrado eliminar la variante II en la región, no se puede bajar la guardia. “Debemos asegurar la investigación y prevención para cerrar cualquier importación de la variante a Europa”, afirmó.
La situación es aún más crítica en países como la República Democrática del Congo (RDC), donde la nueva variante se propaga rápidamente. Casos recientes han sido confirmados en Suecia y Tailandia, ambos en personas que habían viajado a países con brotes activos.
Aunque el mpox requiere contacto directo para su transmisión, es esencial no subestimar su impacto. La comunidad internacional debe continuar monitoreando de cerca la evolución de este virus para evitar una crisis mayor.
