La comunidad de Río Diego —protagonista clave en la histórica lucha que logró la derogación del contrato minero en 2023— fue escenario este domingo 18 de mayo de un emotivo reencuentro con Los Guerreros del Mar. En un ambiente de hermandad, entre alimentos del campo, música tradicional y oraciones colectivas, hombres y mujeres reafirmaron su compromiso con la defensa de Panamá, su soberanía y los bienes comunes que sostienen la vida.
Durante la jornada, delegaciones de gremios docentes, sindicatos obreros y movimientos campesinos se hicieron presentes para expresar su respaldo mutuo en la resistencia contra el embalse del Río Indio, la Ley 462 que pone en riesgo el sistema de seguridad social, y cualquier intento de reabrir la mina de Donoso. Las y los participantes coincidieron en que estas luchas no son aisladas: representan una causa nacional frente al modelo extractivista que privilegia a intereses privados por encima del bien común.
“Este no es un simple reencuentro, es una declaración de principios, una promesa de lucha y vigilancia permanente”, señalaron voceros del movimiento. Los Guerreros del Mar, conformados por comunidades campesinas de Donoso, Omar Torrijos, Veraguas y otras regiones del país, alertaron que se mantendrán en pie de lucha ante cualquier intento del gobierno panameño de imponer proyectos destructivos que atentan contra la voluntad popular y la integridad ecológica del país.
Una vez más, desde las profundidades del campo panameño, la voz del pueblo se alza con fuerza: una voz que defiende la vida, que clama justicia y que, como afirman con convicción, también es la voz de Dios.