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Mujeres rurales de las Redes de Familia del Mides cosechan más de 100 quintales de cebollas orgánicas en Coclé.

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Bajo un sol radiante y al pie de las montañas de la provincia de Coclé, ocho mujeres del programa Redes de Familia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), cosecharon más de 120 quintales de cebollas orgánicas libre de pesticidas y químicos en la comunidad de Don Juan, sector que forma parte del Plan Colmena.

Las mujeres no estuvieron solas. Las acompañó la ministra María Inés Castillo y la viceministra, Milagros Ramos Castro, quienes compartieron con ellas la satisfacción de haber culminado un proyecto de emprendimiento que le está cambiando la vida al generarse ingresos económicos en sus propios entornos.

La cosecha se realizó durante una gira de trabajo donde la ministra supervisó los avances de las escuelas campo (parcelas demostrativas) que están brindando beneficios a 604 familias coclesanas, muchas de ellas beneficiarias de los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC).

Las cebollas fueron recolectadas en la Huerta “Tierra Linda”, donde estas mujeres también han cosechado arroz, pimentón, pepino, zanahoria, tomates, ají, zapallos, habichuelas y matas de plátano, entre otros rubros.

La titular de la cartera social aseguró que la cosecha es el resultado de la puesta en marcha del “Plan Colmena” que permitió que instituciones como el Mida, Ima, Arap y el Inadeh, ofrecieran sus servicios para que las agricultoras obtuvieran una cosecha con altos rendimientos.

Castillo indicó que este emprendimiento se está desarrollando en el corregimiento de Las Huacas en el distrito de Natá que presenta un índice de pobreza multidimensional del 88.3%, de acuerdo con el IPM-C, elaborado por la Secretaría Técnica del Gabinete Social del Mides.

Los abonos aplicados en estas parcelas fueron desarrollados a partir de gallinaza, melaza, hongos, microorganismos como la trichoderma, estiércol, jugo de caña, maíz germinado, entre otros. Evitando así daños al medio ambiente, como la quema de bosques y la tala de árboles que realizan para la siembra tradicional.

En las últimas semanas estas agricultoras que pertenecen al programa de Redes de Oportunidades han trabajado todos los días en horario extendido.

Se internan en las parcelas muy temprano y salen en la tarde con las botas enlodadas, con las manos cenizas, con la cara quemada por el sol, pero con la satisfacción que este pedazo de tierra de media hectárea las sacará a flote.

Cecilia Rodríguez, coordinadora del grupo indicó que estas parcelas que se alimentan de un sistema de riego donado por el Banco Mundial están demostrando que las mujeres pueden desarrollar emprendimientos exitosos.

“En la primera cosecha recolectamos 80 quintales que nos permitió percibir ingresos por mil balboas y con esta cosecha esperamos duplicar esos ingresos”, destacó Rodríguez.

Rodríguez reconoce que este proyecto le ha permitido migrar de una agricultura de subsistencia a una basada en tecnología, donde se obtienen altos rendimientos en espacios pequeños y lo más importante es que se aplican procesos amigables con el medio ambiente.