Rodrigo Tacla se convirtió en una bomba de relojería. En uno de los hombres más temidos por los presidentes y altos funcionarios de Latinoamérica. A sus pasados 45 años, este abogado conoce bien los secretos de Odebrecht, el gigante brasileño de la construcción que ha tambaleado los cimientos políticos del continente tras confirmar el pago de sobornos millonarios a Gobiernos de 12 países.
Hasta 2016, Tacla trabajó como letrado del Departamento de Operaciones Estructuradas de la compañía, la hermética unidad de negocios especializada en comprar voluntades. Campañas electorales, regalos, fiestas, prostitutas… Toda valía para agasajar al político. Como contrapartida, presidentes y jefes de Estado correspondían a la firma con contratos de obra pública, principal fuente ingresos de la mayor constructora de Latinoamérica. Una mole con 168.000 empleados y tentáculos en 28 países.
Este abogado con nacionalidad hispano-brasileña que fue arrestado en noviembre del 2016 por orden de un juzgado de Curitiba (Brasil).
Cuando autoridades le preguntaron:
- ¿Qué papel jugaron en la estructura de blanqueo la Banca Privada de Andorra (BPA) y su filial en España, Banco Madrid?, su respuesta fue “La BPA era el banco encargado de los pagos finales. Odebrecht abría cuentas en esta entidad a nombre de Personas Políticamente Expuestas (PEPs), cargos públicos susceptibles de lavar dinero. La constructora ordenaba transferencias al BPA desde su banco en Antigua y Barbuda. Después, el dinero en el BPA se traspasaba a través de movimientos internos –ajenos a los registros– hasta las cuentas de los beneficiarios”.
- ¿Cuánto gastaba la empresa al año en comisiones ilegales?, su respuesta fue “Cerca de 260 millones de euros. El dinero se movía en efectivo, a través de cuentas en paraísos fiscales y transferencias internacionales. La constructora, por seguridad, nunca pagaba en los países de origen del beneficiario. Y usaba el Meinl Bank para enviar fondos a Personas Políticamente Expuestas (PEP), que es como se denominan los cargos públicos susceptibles de cometer blanqueo. Así se hizo llegar dinero a Michelle Lasso, una persona próxima al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela”.
- ¿Por qué Odebrecht aceptó un acuerdo que suponía un reconocimiento de culpabilidad?, su respuesta fue “Porque existía mucha presión de los empleados. Si los directivos no hubieran accedido al acuerdo, los trabajadores lo habrían hecho individualmente. Y la empresa no habría controlado el proceso”.
- ¿Se pagaron sobornos en especie?, Su respuesta fue “Sí. La constructora siempre quiso quedar bien con Martinelli y con el candidato de su partido (el oficialista Cambio Democrático) que concurría a las elecciones generales de 2014, José Domingo Arias, Mimito”.
- ¿La compañía enviaba mujeres desde Brasil a fiestas con políticos de República Dominicana y Panamá?, su respuesta fue “Odebrecht también organizaba fiestas. Y enviaba mujeres desde Brasil a celebraciones con políticos en Panamá y República Dominicana. Era la forma de la constructora de expresar su agradecimiento. Aunque luego eso también se convertía en un chantaje”.
- ¿Se hacían fotos en esas fiestas?, su respuesta fue “Sí. Y se guardaban. El responsable de Odebrecht en Panamá, André Rabello sabía cómo utilizar esas fotos. Rabello también manejaba información sobre las esposas y las relaciones extraconyugales de los políticos panameños. La constructora hacía regalos a sus mujeres; Asistí a una reunión donde Rabello dijo que tenía la confirmación del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, de que el país no iba a contestar a los requerimientos judiciales de Brasil [sobre el caso Odebrecht].
- ¿Odebrecht sabía que las esposas y amantes de los dirigentes recibían sobornos?, su respuesta “Sí. La constructora arreglaba la vida financiera de las esposas de los políticos. Sobre todo, de las exesposas”.