Frente a la crítica situación que atraviesa la empresa Chiquita Panamá a raíz de los constantes cierres y bloqueos que se registran en la provincia de Bocas del Toro y el alza en los precios de los insumos para la producción de banano, a través de un acta de compromiso, representantes de la compañía, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera (SITRAIBANA) y autoridades del gobierno acordaron buscar soluciones para evitar el cese de operaciones de la empresa en esta región del país.
Las partes acordaron trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones para salvaguardar el sector, motor de la economía de los distritos de Changuinola y Almirante, y así preservar los empleos que genera la empresa.
Además, se comprometieron a realizar recorridos por las fincas y se coincidió con los trabajadores sobre la necesidad de aumentar la producción; así como en realizar cabildos abiertos en las comunidades para que conozcan la importancia de mantener el flujo adecuado de la cadena de producción de banano.
El acta fue ratificada por los ministros de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama y de Trabajo y Desarrollo Laboral, Doris Zapata.
La empresa Chiquita opera en Panamá desde hace más de 120 años y cuenta con más de 6,500 trabajadores de los cuales el 90% pertenecen a la comarca indígena Ngobe Buglé. Este es el operador de banano más grande del país con cerca del 80% de la producción y en los últimos siete años ha invertido más de 35 millones de dólares en concepto de pagos de impuestos al Estado y a los municipios locales, adecuación de fincas y modernización del puerto Almirante.