El tránsito de migrantes por la peligrosa selva del Darién ha disminuido un 89 % en las primeras dos semanas de enero de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según cifras oficiales, solo 9,002 personas cruzaron esta frontera natural entre Panamá y Colombia en lo que va del año, frente a las 17,050 de 2024.
Este resultado responde a medidas como la creación de un corredor humanitario, vuelos de deportación financiados por EE. UU. y sanciones por ingreso irregular.
No obstante, la crisis humanitaria sigue latente: al menos 55 migrantes fallecieron en 2024 debido a asaltos, ataques de animales, enfermedades o fatiga extrema. El desafío del gobierno panameño es encontrar un equilibrio entre control migratorio, derechos humanos y cooperación internacional para enfrentar una problemática de alcance global.
