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De Alemania a Nueva Zelanda y de Dinamarca a Islandia, las mujeres líderes han mostrado claridad, empatía y una fuerte comunicación en sus decisiones y políticas durante la pandemia de COVID-19.

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La pregunta nunca ha sido si las mujeres pueden liderar con tanta habilidad como los hombres. Las mujeres siempre han liderado y las mujeres siempre liderarán, especialmente cuando los tiempos son difíciles y sus comunidades están necesitadas.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿por qué el liderazgo de las mujeres es invisible? ¿Por qué se sofocan su potencial y su poder?

En medio de una pandemia mundial, encontramos a mujeres en la primera línea en todas partes, como jefas de gobierno, legisladoras, trabajadoras de la salud, líderes comunitarias y más. Aunque las organizaciones de mujeres y los grupos comunitarios asumen gran parte de la responsabilidad de prevenir la propagación del virus y atender a los más necesitados, permanentemente quedan fuera de los procesos de toma de decisiones.

Hoy en día, las mujeres son Jefas de Estado y de Gobierno en solo 21 países, a pesar de que su liderazgo favorece una toma de decisiones más inclusiva y una gobernanza más representativa, incluso durante esta pandemia. Los hombres siguen siendo el 75% de los parlamentarios y ocupan el 73% de los puestos directivos. La mayoría de los negociadores en los procesos formales de paz también son hombres.

Este año, el Día Internacional de la Democracia es un recordatorio de que desbloquear toda la gama de perspectivas, experiencias y liderazgo de las mujeres es vital para reconstruir mejor después de esta pandemia.

De Alemania a Nueva Zelanda y de Dinamarca a Islandia, las mujeres líderes han mostrado claridad, empatía y una fuerte comunicación en sus decisiones y políticas durante la pandemia de COVID-19. Vjosa Osmanu, la primera mujer presidenta de una asamblea en Kosovo, se encuentra entre las muchas mujeres líderes alabadas por su liderazgo durante la crisis.

Osmanu, ex profesora y madre de dos niñas, es una abierta defensora de la representación de las mujeres en la política. “Cuando las mujeres participan en [puestos] políticos y estatales de alto rango, contribuyen a políticas más equilibradas, sensibles al género, respetuosas con el medio ambiente y con visión de futuro”, dice.

Durante la pandemia, las mujeres de Kosovo se han enfrentado a altos niveles de vulnerabilidad. Como muchos países, Kosovo ha experimentado un aumento en los casos de violencia doméstica desde que se introdujeron las medidas de cierre. “Siempre alzo mi voz sobre las dimensiones de género de la pandemia, comparto hechos e información relevantes, mientras monitoreo de cerca todas las acciones del gobierno”, dice Osmani.

Trabajando para proteger a las poblaciones vulnerables de las amenazas relacionadas con la crisis de COVID-19, se ha unido a la campaña de ONU Mujeres Kosovo contra la violencia doméstica y ha trabajado en estrecha colaboración con UNICEF en cuestiones relacionadas con la salud de los niños y el bienestar de las familias.

“Un número limitado de mujeres ocupa puestos de liderazgo en todo el mundo y lo mismo se aplica a Kosovo. La productividad social no se puede alcanzar mientras las personas están marginadas, discriminadas y enfrentan barreras de género”, comparte, y agrega que tanto hombres como mujeres deben contribuir a los esfuerzos que colocan a más mujeres en puestos de toma de decisiones.

Hay grandes ejemplos de mujeres en puestos de liderazgo y que realizan un trabajo extraordinario durante la pandemia de COVID-19, en Kosovo y en todo el mundo. Estos ilustran por qué las mujeres deberían ocupar más puestos de toma de decisiones.

Las acciones afirmativas han ayudado a Kosovo a avanzar hacia la igualdad en la política, pero es la competencia que hemos demostrado la que impulsará una mayor presencia de mujeres en puestos de liderazgo como parte integral y sostenible de nuestra sociedad. Al fortalecernos unos a otros, elevaremos nuestras sociedades a un mejor nivel de bienestar colectivo.