En medio de crecientes especulaciones sobre una futura elección papal, el cardenal guineano Robert Sarah, de 79 años, se posiciona como una de las figuras con mayores oportunidades de convertirse en el próximo Papa. Reconocido por su firme postura conservadora, Sarah es ampliamente admirado por los sectores más tradicionalistas de la Iglesia Católica.
Ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Sarah ha sido una voz crítica frente a las recientes aperturas eclesiales, incluyendo su rechazo a las bendiciones a parejas homosexuales y su preocupación por lo que ha calificado como una “brutal islamización” de Europa y África.
Con un pensamiento profundamente enraizado en la doctrina y una sólida trayectoria espiritual, su posible elección representaría un giro hacia posiciones más ortodoxas en el Vaticano.
