Puede que el lenguaje de los bebés te parezca una tontería, ¡pero a tu hijo no! Contribuye a nutrir el vínculo que tienes con tu bebé y a estimular su desarrollo cerebral.
Las investigaciones demuestran que cuando hablamos más despacio y de forma más melódica, exageramos los sonidos, creamos contacto visual y mantenemos un diálogo con los bebés, a ellos les resulta más fácil aprender palabras nuevas y desarrollar habilidades cognitivas.