El comité permanente de la Conferencia Episcopal Panameña reitera como iglesia su profunda preocupación por la situación social, económica y política del país. “No somos ajenos al dolor de las comunidades donde convivimos, particularmente somos testigo de su permanente empobrecimiento producto de las alzas de la canasta de alimentos, combustibles, medicamentos en medio de la incertidumbre por la pérdida de miles de empleos y el aumento de la informalidad del trabajo” señalan.
Finalizando el comunicado, el comité exhorta al Gobierno, y a todos los actores sociales a buscar nuevos cauces de reconocimiento de los derechos humanos de todos, que nos permitan transformar nuestras instituciones; buscar mejores prácticas políticas y económicas, y caminar urgentemente hacia un desarrollo humano, integral, solidario, equitativo y sostenible, superando la raíz fundamental de todos los problemas, que es la mezcla de una injusta inequidad con la exclusión social de las mayorías populares y el cáncer social de la corrupción a todos los niveles.